MALASIA

Ruta esencial de Malasia peninsular en una semana

Malasia fue nuestra elección menos acertada en este viaje, no por el destino en sí y los lugares visitados, sino por el cúmulo de malas decisiones tomadas, pero aún así, fue una experiencia que no quedará en el olvido.

Malasia es caótica, sucia, impuntual, desequilibrada… y cuando vienes de un lugar como Japón, que es todo lo contrario, estas características se hacen aún más acusadas.

¡Pero no es todo malo! Llegar al aeropuerto y tomar el tren que nos conduce a la estación central de Kuala Lumpur en medio de un mar de verdes palmerales con esa humedad y ese olor a trópico que nos indica que otra vez estamos en el sudeste de Asia, fue una bonita forma de poner el pie en tierra.

Malasia también es color, olor a especias, mezcla de culturas, sabores… Una combinación de estilos, épocas, arquitecturas, historia y religiones… Un país que es una auténtica amalgama.


Kuala LumpurGeorge TownMalaca


Kuala Lumpur

La capital de Malasia tiene algunos atractivos, para nuestro gusto, lo básico para dedicarle una jornada completa, y quizá un poquito más.

  • Batu Caves

Es la visita obligada en la capital. Desde la estación de KL Central tomamos el tren cuya línea finaliza en la entrada del recinto de las Batu Caves, la distancia es de unos 13 kilómetros pero el tiempo de recorrido es indeterminado, pues en ocasiones el tren se detiene sin motivo aparente. Conviene ir a primera hora de la mañana para afrontar sin calor, y sin demasiada gente, los 272 escalones que debemos subir hasta llegar a la entrada de la cueva.

Además del famoso templo en el interior de la cueva, en la base hay otros templos también recomendables de visitar, con sus abigarradas decoraciones características de la religión hindú y sus apabullantes coloridos y olores de ofrendas politeístas.

  • Centro de Kuala Lumpur

Al salir de Batu Caves tomamos un taxi para ir a la KL Tower y poder deleitarnos con las vistas de la ciudad. Además, desde ahí se puede aprovechar para visitar el KL Forest Eco Park, algo que no pudimos hacer por cómo estaba lloviendo, aunque lo teníamos previsto. Así que cambiamos el rumbo para dirigirnos a la Plaza Merdeka, la más representativa de la ciudad, y desde ahí caminar hasta el mercado central y Chinatown, lugares donde perderse y comprar absolutamente todo lo que te puedas imaginar.

Durante la noche, frecuentamos la zona de Bukit Bintang sin olvidarnos de la popular calle Jalan Alor, donde encontramos todo tipo de comida (extrapicante siempre) y ambientes para todos los gustos.

Y como no podía ser de otra forma, para poner el broche final y despedirnos de la ciudad, había que ir a las Torres Petronas, el edificio más destacado de la ciudad y de todo Malasia, me atrevería a decir. Las torres petronas hay que verlas también de noche, pues la iluminación que tienen es sublime. La vista de ellas desde el parque, con el espectáculo de fuentes, fue la mejor despedida que pudimos tener de este lugar.


George Town y Penang

En esta parte del viaje buscábamos un lugar donde relajarnos, así que fuimos a Penang con la idea de hacerlo en sus playas y también poder realizar alguna visita interesante, pues eso de estar todo el día en la playa no es lo que más nos llama, aunque reconozco que durante el primer día completo tras nuestra llegada en un autobús nocturno desde la capital, era lo único que nos pidió el cuerpo.

Pasado ese primer día en el hotel de Batu Ferringhi, con varias piscinas, descansando de nuestras tres semanas de viaje, al día siguiente quisimos acercarnos a la cuidad causante de que eligiéramos ese destino.

  • George Town

Como todo el país, esta ciudad es rica por su gran diversidad cultural, en la que conviven mayoritariamente malayos, indios y chinos con sus religiones perfectamente diferenciadas, pero en esta ciudad Patrimonio de la Unesco destacan no sólo sus edificios históricos y su pasado como importante lugar estratégico de comercio, ahora también lo hacen sus famosos murales de arte callejero. El Street Art es lo que le ha devuelto la popularidad en los últimos años, pues ir paseando por la ciudad buscando sus famosas pinturas hace que la visita se convierta en un divertido juego, mientras nos detenemos en modernos cafés y restaurantes que le dan un ambiente underground al lugar.

Pero además de sus murales hay otras cosas interesantes que ver en la ciudad. Uno de los imperdibles es la mansión Pinang Peranakan, una lujosa casa-museo de gran valor arquitectónico y preciados muebles, cerámicas, carpintería y pinturas de la época. También lo es la mansión Cheong Fatt Tze conocida como Blue Mansion, uno de los edificios más bonitos.

Saliendo del centro, en la orilla este del mar, tenemos los famosos Jetty. Estos son asentamientos de casas flotantes en las que habitaban los pescadores. Algunos como el Chew Jetty ya han perdido su esencia convirtiéndose en una atracción turística con restaurantes y tiendas, pero si nos perdemos por las calles secundarias, aún nos encontraremos con el modo de vida de estas personas como era hace años.

Además, muy cerca de ellos, encontramos el Templo Hean Boo Thean Kuan Yin, una autentica maravilla de templo debido a sus vistas al mar y a la zona de los Jetty.

  • Penang

En la isla de Penang tenemos otros atractivos para disfrutar de nuestro tercer y último día, antes de poner rumbo al sur del país. No podíamos dejar de visitar el Kek Lok Si Temple, el templo budista más grande de Malasia y probablemente el más bonito, se encuentra en la cima de un colina con diferentes edificios en los distintos niveles de la misma.

Siguiendo con edificios religiosos, destacamos la Mezquita flotante de Tanjung Bungah, construida para reemplazar a la anterior que resultó destruida tras el fatídico tsunami de 2004.

El Penang Hill es el conjunto de colinas más visitado de la isla, y no es para menos con las espectaculares vistas de la isla desde la cima. La puesta de sol es fantástica desde allí, pero también lo es desde la playa…


Malaca en un día

La ciudad de Malaca fue considerada tardíamente Patrimonio Cultural de la Humanidad por el Unesco, pero bien merece ese título, pues nos resultó la más interesante del país.

Llegamos a Malaca desde Penang en un bus nocturno que nos dejó en medio de la calle, aún de noche, una hora antes de lo previsto, en torno a las 6 de la mañana. Así que tuvimos que deambular hasta encontrar una consigna donde dejar nuestras mochilas y un 7eleven donde desayunar mientras esperábamos a que se hiciera de día. Nos encontrábamos en el barrio hindú, preparando su fiesta del Deepavali para el día siguiente, y desde allí, paseando tan sólo unas calles, llegamos a la zona más interesante para visitar.

El centro de Malaca se recorre a pie de una forma amable. Una vez allí, lo mejor que podemos hacer es callejear, deambular y perdernos para encontrarnos rincones que nos sorprenderán. Aunque, por supuesto, no podemos dejar de visitar los puntos clave de la ciudad.

Empezamos la ruta pasando por la iglesia de San Francis Xavier, la iglesia cristiana más importante aquí, para llegar después a la Plaza Holandesa, donde se encuentran los edificios más característicos de la ciudad: The Stadthuys, la Torre del Reloj, la Iglesia de Cristo y la Fuente de la Reina Victoria.

Saliendo de esta zona, ascendemos hasta la Colina de San Paul, donde encontramos los restos de la Iglesia dedicada a este santo, y además, podemos tener unas magnificas vistas panorámicas de la ciudad. Por el lado opuesto de la colina bajamos a la zona de A Famosa también llamada Puerta de Santiago, pues fue en su día la puerta principal de acceso a la ciudad. En la zona hay varios museos y edificios históricos donde empaparnos más acerca de la historia de la cuidad.

Continuamos nuestro camino hacia el Parque Taman Bunga Merdeka, muy cerca de donde se encuentra la curiosa plataforma giratoria Taming Sari Tower con bonitas vistas de la ciudad, y buscamos la orilla del río para de nuevo adentrarnos, siguiendo su orilla, en el centro de la ciudad.

Pasear a lo largo del río es de lo mejor que haremos en esta ciudad, pues es donde encontramos los ambientes más variados, los cafés más relajados, los restaurantes de moda, las tiendas de artistas locales, los edificios antiguos pintados con decoraciones modernas… Como todo el país, es puro eclecticismo. Disfrutamos mucho recorriendo el río por ambos márgenes.

Dejamos para el final la Harmony Street (Jalan Tokong), una de las calles más características de Malaca, y que representa de una manera muy marcada la fusión de culturas y religiones de esta ciudad, pues entre las casas tradicionales se encuentran tres templos destacados de las tres religiones principales: La mezquita de Masjid Kampung Kling, el templo hinduista Sri Poyatha Vinayagar Moorthi, y el fabuloso templo chino Cheng Hoon Teng.

Con las primeras gotas de lluvia volvemos a la capital.

Malaca mejoró aun más nuestra idea de este país. Sin duda, es el destino imprescindible en una visita a Malasia.


Malasia, datos prácticos:

  • Autobuses: Es la manera más cómoda y rápida de moverse por el país. Hay infinidad de compañías de autobuses con numerosos horarios y acomodaciones. Pero también hay infinidad de estaciones de autobuses desde las que salen o llegan, hay que estar muy atento a ese detalle. Los autobuses nocturnos son una buena forma de recorrer largas distancias ahorrando en alojamiento, pues son tan cómodos como una cama, pero cuidado con los horarios y las zonas de llegada.
  • Trenes: Es una buena forma de desplazarse desde el aeropuerto, o para llegar a la estación de autobuses de TBS. Hay que tomarlos con bastante antelación, pues los horarios no suelen respetarse y el andén al que supuestamente va a llegar el tren puede cambiar sin previo aviso. Además, hay numerosas compañías para ir al mismo lugar, conviene estar atento. Si eres mujer y viajas sola o acompañada de otras mujeres, existen los vagones exclusivos para mujeres que recomiendo, pues no están tan concurridos y así evitarás miradas indiscretas e incluso hurtos por el hecho de no estar tan atestados de gente.
  • Grab: Como en muchos otros países del Sudeste asiático esta aplicación es la estrella, con ella puedes reservar un coche en cualquier parte de la ciudad. Además, puedes optar entre registrar una tarjeta de crédito o no hacerlo y pagar en efectivo. Los coches suelen ser bastante nuevos y limpios.
  • Tarjeta SIM: Siempre suelo hacerme con una tarjeta SIM en cada país que visito. En Malasia cuesta alrededor de 8 dólares para un uso de una semana con datos ilimitados. Encontrarás varias compañías antes de pasar por el puesto de inmigración pero a la salida del aeropuerto hay mucha más oferta, por lo que en esta zona son mucho más baratas.

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