ISLAS AZORES

Ruta de 10 días en tres islas de Azores

Portugal es un país fascinante, no tenemos ninguna duda. Pero en este viaje a las Islas Azores hemos descubierto un país distinto y desconocido que nos ha dejado absolutamente impresionados. Este archipiélago formado por nueve islas, nos ha enamorado visitando tan sólo una tercera parte de ellas… Así que, seguro, volveremos a por más.

Si te gusta la belleza natural, la forma de vida sencilla, hacer senderismo por terrenos de un verdor sin igual, descubrir lagunas ocultas, casas tradicionales, conducir por enclaves mágicos y bañarte en pozas de agua cristalina, además de estar rodeado de buena gente y espectacular comida, sin duda, cualquiera de las nueve islas de Azores son el lugar.

Y la primavera, con todas las diferentes especies de flores en su máximo color y expresión, ¡es el momento!


TerceiraSan JorgeSan Miguel


Isla de Terceira – 4 días

La isla con más encanto de las tres que visitamos. Al ser más pequeña y estar más alejada del continente europeo, no tiene la gran cantidad de turistas que tiene la archiconocida isla de San Miguel, pero a la vez posee todos los recursos y elementos esenciales para incluirla en un recorrido por Azores. Sus caminos entre volcanes y fumarolas, sus costas con pastos verdes vibrantes, los pájaros cantando alegres en cada lugar y a cada momento, y sus imperios y casitas blancas con ribetes de colores nos acogen de la manera más ilusoria que podemos imaginar.

  • Angra do Heroismo

La capital de la isla bien merece el hecho de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace más de 40 años, pues sus edificios bien conservados, sus callejuelas adoquinadas, sus casas coloridas, imponentes iglesias y magníficos jardines, bien la hacen merecedora de este título.

Se puede pasear por la Rua da Sé, la calle principal de Angra, una calle comercial con tiendas y restaurantes a ambos lados de los bajos de edificios importantes, hasta llegar a la plaza donde se encuentra la bonita Catedral (Sé en portugués) de época renacentista.

El Palacio Bettencourt es un bonito edificio del siglo XVIII, palacete que perteneció a un capital general de las Azores, reconvertido ahora en la biblioteca pública.

Cercana al puerto encontramos la Iglesia de la Misericordia, de gran tamaño, en colores blanco y azul, construida en el siglo XVIII. En el interior de la iglesia destacan las imágenes talladas y los paneles de azulejos.

Se hace imprescindible un paseo de subida al Monte Brazil, hasta el mirador del Pico das Cruzinhas, donde tendremos una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad y donde podremos dar un paseo por la historia a nuestro paso por el Castillo de San Juan Bautista.

Otra de las vistas más bonitas de la ciudad, la contemplamos desde Outeiro da Memória, una pirámide del siglo XIX construida por el Rey Pedro IV, que nos deleita con una floreada bajada a lo largo de numerosos escalones y fuentes hasta llegar al Jardim de Duque de Terceira, de nuevo en el centro de la ciudad.

Y algo que no podemos perdernos en la ciudad, ni en todo Terceira, es comer Alcatra, un guiso a base de rabo de toro, vino tinto, cebolla, ajo y pimienta negra cocida a muy lento fuego, y acompañada de los típicos exquisitos bolos levados.

  • Praia da Victoria

Es la segunda localidad más grande de la isla, y debe su nombre a la gran extensión de arena (algo poco común en Azores) en la que podemos disfrutar del sol y buen tiempo. Además, se dice que aquí el agua está algo más caliente que en otros puntos de la isla, y también más calmada, debido a la presencia del espigón del puerto.

La bahía de Praia da Vitoria tiene además un paseo marítimo con mucha vida, tanto local como turista, pues allí se ubica la Base Estadounidense Militar das Lajes, lo que hace que en esta ciudad vivan algunas familias estadounidenses, y a su vez, vengan más estadounidenses a visitar a sus familias, o simplemente vuelvan para residir en la isla una vez jubilados. Tras varios días hablando con locales, descubrimos que es algo muy común en Azores.

La mejor vista de Praia da Vitoria, sus playas, su puerto y sus alrededores, es desde arriba, subiendo al Miradouro do Facho. Si el tiempo acompaña y estamos animados se puede subir ejercitando las piernas en los numerosísimos escalones que nos conducen al punto más alto. Si no, se puede subir en coche, sin problemas de espacio para estacionar.

La localidad esconde además varios imperios, una bonita Iglesia Matriz y la preciosa Casa da Misericordia. Muy cerca de estas, encontramos el Restaurante Larica, absolutamente recomendable, donde probamos por primera vez, las únicas aceitunas cultivadas en Azores, en la localidad de Porto Martins, además de una comida exquisita.

Muy cerca de Praia tenemos el Fort Santa Catarina, donde hacemos una breve parada para tomar unas fotos de la edificación y las vacas que lo rodean.

  • Sendero Misterios Negros (Reserva natural de Santa Bárbara)

Es el sendero más bonito y recomendable que se puede hacer en esta isla si sólo tenemos tiempo para uno de ellos. En su transcurso observamos gran variedad de vegetación endémica y paisajes bellos y cambiantes llenos de contraste cuando empezamos a ver los misterios negros de lava que dan nombre al sendero y su contraste con el verde vibrante de la vegetación a través de auténticos laberintos en los que, en ocasiones, ni siquiera vemos el azul del cielo. Es un sendero circular (PRC01 TER) de 4,9 Km – 2h30 aproximadamente- de dificultad media, pues tiene zonas estrechas con terreno inestable y resbaladizo, así como lugares en los que hay que dar amplias zancadas casi trepando. El sendero empieza junto a la Lagoa do Negro, donde se encuentra Gruta do Natal, por lo que cuenta con un amplio aparcamiento.

  • Gruta de Natal

Es un tubo de lava de aproximadamente 700 metros al que podemos acceder para conocer por dentro, aunque el tramo que podemos recorrer tiene bastante menos longitud. El camino es circular y se completa en unos 15 – 20 minutos. De entrar en este tubo, se aconseja que sea con la entrada combinada con el Algar do Carvao, lugar absolutamente imprescindible en una visita a Terceira.

  • Algar do Carvão

Se trata de un lugar mágico, imprescindible… Es un volcán extinto al que podemos entrar y mirar al cielo desde el interior. Se accede bajando 338 escalones internándonos en las profundidades terrestres, hasta casi 40 metros, rodeados de vegetación, paredes formadas por lava y hasta una laguna en su base. Es algo impresionante. No se debería abandonar esta isla bajo ningún concepto sin haberlo visitado. La entrada cuesta 12 euros, y combinada con la Gruta do Natal cuesta 15 euros.

  • Furnas do Enxofre

Se encuentran cerca de Algar do Carvao. Se trata de un campo fumarólico con más de 20 fumarolas de distintos gases volcánicos a distintas temperaturas, en el que podemos apreciar muy bien la actividad volcánica y geotérmica. Se puede pasear por este campo a través de un circuito de madera rodeando las fumarolas, viéndolas desde diferentes perspectivas. El recorrido es circular y muy fácil, se puede completar en unos 30 minutos. La entrada es gratuita, hay un aparcamiento a la entrada y se puede acceder a cualquier hora del día.

  • Mirador Serra de Santa Bárbara

Es el punto más alto de la isla, con una altura de 1.021 metros y unas vistas espectaculares de 360 grados. En días muy despejados podemos llegar a ver algunas de las islas que forman este archipiélago.

  • Miradouro Serra do Cume

En el este de la isla, nos encontramos este mirador con espectaculares vistas de los diferenes tonos de verde que se extienden buscando el océano. Tras dos intentos nunca pudimos llegar a la parte alta, pues en ocasiones, el día es soleado a nivel del mar, pero las nubes están agarradas en los picos más altos impidiendo la visión de lo que tenemos debajo. Aún así, sin haber llegado arriba del todo, las vistas desde nuestro punto más alto alcanzado fueron espectaculares.

  • Porto Judeu

Esta pequeña localidad a pie del atlántico posee uno de los más bonitos Imperios de la isla. Y es un buen punto para hacer una parada y caminar por el Miradouro Da Cruz Do Canario y el Passeo Maritimo Dos Artistas con bonitas vistas a la Isla de las Cabras.

Los imperios son pequeños edificios de tipología única en la zona, generalmente muy coloridos y decorados profusamente, que se usan como templos para venerar al Espíritu Santo. La mayoría de ellos datan del siglo XIX o principios del XX, y continúan mantenidos por hermandades locales que celebran fiestas como la del Corpus Christi en la que nos ofrecían panes deliciosos a nuestro paso.

  • Piscinas naturales Biscoitos

Son las piscinas naturales más bonitas y grandes de toda la isla. Situadas al norte de ésta, y esculpidas entre coladas de lava, tienen varios recovecos donde bañarnos y también donde relajarnos con nuestra toalla. Sus aguas están llenas de vida que podremos observar con nuestro imprescindible kit de snorkel y quizá una camiseta de neopreno porque el agua está literalmente helada. En general las aguas aquí están tranquilas y cristalinas, pero hay que comprobar las mareas para poder disfrutar de ellas en bajamar.

  • Piscinas naturales Cinco Ribeiras

Muy cercanas a la capital en dirección oeste. Estas piscinas ofrecen unas vistas únicas, con las islas de Sao Jorge y Pico al fondo. La puesta de sol desde allí es una de las más bonitas de la isla.

  • Punta do Queimada

En esta zona remota de la isla vemos la fuerza del mar chocando contra los acantilados de paredes negras en su estado más puro. El color del mar es de un azul muy intenso, y los pescadores juegan a intentar capturar algún pez mientras el pequeño faro rojo y blanco les mira desde las alturas…


Isla de San Jorge – 2 días

Esta isla es la más imponente de todas, por su verdor, su carácter rural, la ausencia de turismo, las altas montañas tan cercanas a la línea de costa, los bellísimos senderos, las numerosas fajas, las pozas de color azul turquesa, los mejores atardeceres con vistas a la isla de Pico, y un largo etcétera.

Esta isla es remota, pero explorarla es toda una suerte y una aventura que hay que vivir.

  • Velas

La pequeña capital de la isla tiene lo necesario para tomarla como centro de operaciones. Dispone de hoteles, restaurantes y supermercados, aunque le falta un poco de encanto en comparación con algún otro punto de la isla, a excepción de las maravillosas vistas del volcán Pico… Aún así, puede que sea la mejor opción para empezar a explorarla.

  • Miradouro do Pico da Velha y Parque Forestal Sete Fontes

Saliendo de la capital hacia el norte de la isla, una vez hemos llegado a la entrada del Parque Florestal Sete Fontes, encontramos un camino a mano izquierda que nos lleva a este mirador desde el que hay unas increíbles vistas panorámicas de toda la zona oeste de la isla, además de las vecinas islas de Pico y Faial si hay suerte con el clima.

El Parque Florestal Sete Fontes es uno de los parques más grandes e importantes de la isla, donde se pueden observar distintas especies de flora endémica de las Azores. Se trata de un parque recreativo con varias zonas de ocio para niños, áreas de picnic, una iglesia, animales en semi libertad y senderos por los que adentrarnos en diferentes puntos del parque. El más recomendable es el corto camino que nos lleva al Miradouro Ferrã Afonso, pues desde éste, podemos contemplar los escarpados acantilados de la zona norte de São Jorge en una hilera perfecta a lo largo de la linea de costa.

Si queremos explorar un poco más esta zona prácticamente deshabitada de la isla, continuaremos hacia el oeste, hasta llegar a la Ponta dos Rosais, donde hay un faro y unas bonitas vistas, perfectas para una puesta de sol.

  • Piscinas Naturales Simao Días en La Fajã do Ouvidor

Estas son las piscinas naturales más espectaculares de la isla, situadas a cinco minutos caminando de La Fajã do Ouvidor, una de las más famosas fajãs de São Jorge. Estas piscinas abarcan una gran extensión, con pozas de diferentes profundidades y en distintas ubicaciones. En ellas podremos elegir dónde nos gustará más zambullirnos en el agua, siempre helada y cristalina. Cuando nosotros fuimos, no había absolutamente nadie, así que tuvimos éstas magníficas piscinas para nosotros solos durante un bonito día de principios de junio.

Aparte de la Poça Simão Dias, cerca del inicio del camino, hay otro caminito poco frecuentado hacia el faro, con buenas vistas de las pozas y el imponente monte que se alza verticalmente desde la costa como si de una pared de vegetación se tratase.

  • Sendero a Caldeira de Santo Cristo

Visita imprescindible para los amantes del senderismo. Es el mejor sendero (PR 01 – SJO) de toda la isla. Es lineal, de unos 10 kilómetros, y se realiza en unas 3 o 4 horas, dependiendo de si lo estamos haciendo de subida o de bajada. Recomiendo encarecidamente hacerlo bajando, pues además de resultar más sencillo, las vistas son mucho más bonitas con el mar como telón de fondo todo el tiempo, y llegando a la bonita Caldera casi al final del recorrido.

Para llegar a esta Caldera, solo se puede ir caminando, o en quad si es que tu alojamiento de desconexión del mundo se encuentra allí, ya que es una de las fajãs más inaccesibles, algo que contribuye a que sea todavía más especial.

El sendero que recomiendo, empieza (de bajada) en Serra do Topo, a unos 700 metros de altitud, en un parking bien señalizado; y termina en Fajã dos Cubres. Nosotros dejamos el coche en el punto final del sendero, junto a la iglesia de Fajã dos Cubres y nos fuimos en taxi hasta el inicio del sendero en Serra do Topo. Esto es algo muy habitual en São Jorge, ya que hay varios senderos lineales para realizar. En Faja dos Cubres hay un restaurante donde tienen servicio de taxi o si no está disponible en ese momento, llaman a uno. El precio aproximado hasta el inicio del sendero es de unos 25 euros. Y conviene asegurarse el tiempo antes de hacer el sendero pues te puedes encontrar una niebla completamente cerrada en el punto más alto, en combinación con el punto más despejado y soleado a nivel del mar.

Esta ruta es simplemente espectacular, con un paisaje increíble, pastos con sus vacas comiendo, flores a mansalva, cascadas de agua fría y cristalina y un entorno acogedor al llegar a la parte baja, donde la iglesia blanca destaca sobre la pared espectacularmente alta y verde. Es un sendero que merece la pena hacer con calma, e ir preparado para todo, con calzado adecuado, chubasquero, gorra y bañador. Lo dicho, un poquito de todo, como siempre en las impredecibles Azores.

  • Urzelina

Esta pequeña localidad es conocida por sus molinos blancos y rojos al lado de la costa, y el paseo que va recorriéndoles. Además, cuenta con una enigmática torre de iglesia, que es el único resto que queda de la edificación que una vez fue cubierta por la lava. Tiene unas sencillas piscinas naturales con vistas a los molinos y también una de las mejores puestas de sol de la isla, con vistas al volcán de la isla de Pico.

  • Iglesia de Santa Bárbara

Si continuamos en dirección este desde Urzelina, pasando la Faja das Almas, conocida por sus piscinas naturales, nos encontramos a orillas del mar la espectacular iglesia de Santa Bárbara, donde viendo su simple fachada no podremos ni siquiera imaginarnos lo que esconde en su interior. El precio de entrada es un euro, pero desde luego, no podemos marcharnos de aquí sin asomarnos a ver lo que esta iglesia tiene dentro.

  • Calheta

Calheta es un pueblecito grande, de fácil recorrido en un cómodo paseo con vistas al mar. En este pueblo destacan el Museu Francisco Lacerda, maestro y compositor oriundo de la isla, y la Fábrica de Atún de Santa Catarina, con reserva previa sólo en horario de mañana.

  • Fajã dos Vimes

Es una de las Fajas más pobladas de la isla. Aquí comenzó el cultivo del café con un local que emigró a Brasil y trajo consigo una planta. Toda esa historia y el proceso de producción de café se puede conocer en la plantación Café Nunes.

  • Punta de Topo

En el punto más oriental de la isla nos encontramos un faro con vistas al islote Ilhéu do Topo donde viven varias colonias de aves marinas, vistas a la isla Terceira y una bonita piscina natural, la Pontinha do Topo, con merenderos y barbacoas cercanos. Si hemos hecho el viaje hasta aquí, no podemos marcharnos sin probar el queso que le da la fama a esta localidad.


Isla de San Miguel – 4 días

La isla de San Miguel es la más grande del archipiélago, la más poblada, y a la que más vuelos internacionales llegan. Es por tanto, la más turística de todas, además de por sus numerosos atractivos e infraestructuras. Pero, en nuestro caso, al venir de la calma, la paz y naturalidad de las dos islas anteriores, ésta última nos resultó demasiado masificada, con gente en prácticamente todos los enclaves, autobuses turísticos, largas colas para comer o cenar en la capital y precios desorbitados. Aun así, su belleza no deja indiferente, y se entiende por qué atrae a tantos visitantes.

  • Ponta Delgada

Es la puerta de entrada a São Miguel, aunque es a menudo ignorada por los visitantes, debido a los numerosos atractivos naturales que tiene la isla. La capital es más que una base de operaciones, y podremos disfrutarla saboreando mucho más que su deliciosa gastronomía.

Está situada en una bahía y posee un bello casco antiguo de calles adoquinadas, con un patrimonio arquitectónico de elegantes edificios de los siglos XVII y XVIII, así como de bellos monumentos. Se puede caminar de un extremos a otro, bien por el casco antiguo, o bien paseando junto al mar entre Forno de Cal y Forte de São Bras, fortaleza construida en 1552 para proteger la zona occidental del puerto en tiempos de piratas y que actualmente es base de la Marina Portuguesa.

Las Portas da Cidade, son uno de los lugares más importantes de Ponta Delgada y  una de las cartas de presentación de la ciudad. Se trata de tres arcadas construidas en piedra volcánica en el siglo XVIII, a través de las cuales se puede ver el centro histórico y la bonita Iglesia de São Sebastião. En la plaza en la que están ubicadas se celebran diferentes eventos, como las fiestas del Espírito Santo, o los mercadillos navideños.

La Torre Sineira, también construida en el siglo XVIII en el centro de la ciudad, ofrece unas magníficas vistas panorámicas de la isla de forma gratuita. El único peaje que habrá que pagar es subir sus más de cien escalones.

El Convento de Nossa Senhora da Esperança es un bonito edificio con una torre cuadrada, situado en una gran plaza abierta al mar. En la iglesia destaca el altar barroco dorado con azulejos. Entre abril y mayo se celebran las Fiestas del Senhor Santo Cristo dos Milagres, la fiesta religiosa más importante del archipiélago de las Azores. Una vez aquí, no podemos perdernos la cercana Iglesia de São José.

El museo más antiguo de las Azores es el Museo Carlos Machado, fundado en 1876 por este naturalista para dar a conocer al mundo la historia del archipiélago, la geología, la fauna y la flora. En el edifico en el que se encuentra, el antiguo convento de San Andrés, también se pueden contemplar otros elementos arquitectónicos y decorativos interesantes.

Una visita imprescindible es la del Mercado da Graça. En él, podemos sentir la esencia de los mercados tradicionales, conviviendo con la gente local, disfrutando del buen ambiente y comprando y probando productos de las islas. En cuanto a O Rei dos Queijos, se trata de una de las tiendas más famosas, situada a unos pasos del mercado, donde podemos encontrar todos los tipos de queso de Azores y otros muchos productos típicos de las islas.

En el Jardim Botânico José do Canto podremos ver diferentes especies de plantas, tanto endémicas como de todas las partes del mundo. Aunque también hay una bonita cascada, así como otros edificios destacables: la Capilla o la Casa del Jardín.

Una visita muy interesante es la Plantação de Ananás dos Açores, un invernadero de piñas donde poder ir aprendiendo el proceso de recolección de piñas desde su plantación, así como la historia de esta sabrosa fruta en la isla, mientras damos un paseo por los invernaderos. Además, en el bar también podremos degustar zumos, postres y el delicioso licor de piña.

  • Lagoa do Fogo: Sendero y Mirador

Esta laguna es una de las más grandes de São Miguel y para gusto de muchos, una de las más bonitas. Desde la carretera que pasa por el noroeste de la laguna, se puede observar la misma desde dos miradores, el Miradouro Pico da Barrosa y el Miradouro da Lagoa do Fogo. Ambos suelen llenarse rápido, por eso, a quienes nos gusta el senderismo, nos decantamos directamente por la opción de ir a ver la laguna recorriendo el sendero.

Este sendero (PRC02 SMI) circular de 11 km (ida y vuelta) se hace en 4 horas aproximadamente (2 horas ida y otras 2 horas de regreso). Para llegar al inicio del sendero hay que tomar una carretera diferente a la de los miradores, la carretera que circunvala la isla por la parte sur. Hay una zona con muy poco sitio donde dejar el coche, pero señalizando muy bien el inicio del sendero, como todos los senderos en Azores. El camino se hace diferente a cada paso, desde la inicial zona de pastos, al estanque, subida entre eucaliptos y espadañas que se tejían en la antigua fábrica de la que aún podemos ver las ruinas, claros con vistas al mar, canalizaciones de agua recubiertas de musgo en la que apenas se ve cielo abierto, pequeños saltos de agua, un hermoso valle con grandes laderas a ambos lados, y, por fin, la inabarcable imagen de la Laguna de Fogo.

De nuevo, debo decir que si sólo hubiera tiempo para hacer una caminata, esta sería la que más recomendaría, junto con la siguiente…

  • Sendero Salto do Prego e Sanguinho

Es uno de los senderos (PRC09 SMI) más impresionantes de la isla, sobretodo el primer tramo. Es un sendero circular de 4,5 km que empieza en Faial da Terra, un pueblecito retirado donde mucha gente que visita la isla no se molesta en llegar. Comenzando el camino, vamos saliendo de la aldea siguiendo el curso del río, entre corrales llenos de gallinas y gallos que encontraremos también más adelante en libertad. Por el camino pasaremos por diferentes saltos de agua hasta llegar a la magnífica cascada Salto do Prego. Una vez allí podemos dar la vuelta o tomar el desvío que nos lleva a la cascada llamada Salto do Cagarrão, también impresionante, mucho más solitaria y en un entorno más bonito, aunque la llegada hasta ella nos llevará al menos una hora y media más (de ida y vuelta) que las dos horas iniciales que supone el sendero hasta la primera Cascada.

  • Sendero Serra Devassa

El sendero por Serra da Devassa (PRC05 SMI) es un sendero circular que empieza en el parking de la Lagoa do Canário, y que pasa por varias lagunas y miradores. Todo cambia en cuestión de minutos, así que en esta hora y media disfrutaremos de diferentes vistas, flora y sensaciones. En el sendero existen también un par de desvíos, uno hacia la bella Lagoa das Empadadas y otro al miradouro Pico do Paúl, que le añadirán unos 30 minutos más a nuestro recorrido.

Conviene ir a primerísima hora de la mañana porque el parking, aunque es muy grande, es compartido con el del Mirador da Grota do Inferno y la Lagoa do Canario.

  • Lagoa do Canario y Mirador da Grota do Inferno

La Lagoa do Canario se encuentra justo al principio del sendero del mirador, a tan solo unos metros desviándonos según vamos a éste, que es sin lugar a dudas, el mirador más bonito de la isla para ver la Lagoa de Sete Cidades. Para llegar al punto final debemos andar unos 15 minutos desde el parking, (quizá por ello no es tan visitado por autobuses de turistas en masa como sucede en otros puntos) y las vistas absolutamente merecen la pena, sobre todo si vamos a primera hora y podemos disfrutarlo casi completamente en calma.

  • Lagoa de Sete Cidades

Esta laguna es uno de los puntos estrella de la isla. Parecen dos lagunas, una verde y otra azul, pero en realidad se trata de una única laguna cuyas aguas de diferentes colores no se mezclan debido al puente que las atraviesa, puente que cruzaremos al bajar a la localidad de Sete Cidades.

Hay varios miradores desde donde contemplarla, uno de ellos es el mencionado Grota do Inferno, pero uno de los más famosos y accesibles es el Miradouro Vista do Rei, donde encontraremos un sinfín de gente intentando aparcar, andando por la carretera y saltando de forma prohibida los muros del hotel abandonado allí ubicado para obtener los mejores selfies. Por el camino hay otros miradores, pero realmente, los dos mencionados, son por algo los más famosos.

  • Ponta da Ferraria

Esta remota piscina natural de agua marina es uno de los increíbles enclaves en que puedes bañarte en el mar con agua caliente. Es por esto que está tan concurrida, pues es uno de los pocos lugares donde poder disfrutar de un baño en el mar sin pasar frío, aunque hay que tener muy en cuenta las mareas: lo ideal es ir con la marea intermedia, pues en bajamar el agua está demasiado caliente y con marea alta, demasiado fría.

Además del recinto público, se construyó un complejo termal privado «Termas da Ferraira» donde poder disfrutar de este enclave de una forma más tranquila y cómoda, pues además cuenta con restaurante, bar y servicios de masaje.

  • Furnas y alrededores

Este pueblo es uno de los más visitados de la isla, y desde luego, una vez allí entendemos el porqué. El valle de Furnas se encuentra en el cráter del volcán Furnas, uno de los tres todavía activos y el más grande de la isla, donde la actividad volcánica está presente en absolutamente todo lo que nos rodea. En el pueblo, podemos ver el agua en ebullición calentada por la actividad volcánica en un simple paseo por el centro, y los puntos humeantes de las calderas de Furnas son visibles desde cualquiera de los miradores que lo rodean.

Una de los cosas más características en este lugar es degustar un cocido cocinado a fuego lento en esas aguas en ebullición: el cocido das Furnas, es un auténtico manjar. Hay que reservar con antelación de al menos un día porque además de haber mucha gente, la elaboración del cocido requiere de mucho tiempo y sólo lo hacen bajo demanda. Nosotros lo comimos en el restaurante Caldeiras y Vulcoes y fue una auténtica delicia.

La otra actividad esencial en este lugar es visitar una de las termas que hay en el pueblo, bien la Poça Dona Beija o bien el Parque Terra Nostra. Para ambas opciones hay que reservar con antelación. Lo bueno de la primera es que puede visitarse de noche, aunque suele haber mucho tiempo de espera para entrar. En cuanto al Parque Terra Nostra, es maravilloso. Además de sus aguas termales, cuenta con uno de los jardines botánicos más bonitos de la isla. Sus piscinas son muy grandes, por lo que no tendremos tanta sensación de agobio, y además, con la entrada tendremos un descuento en el bar del hotel, donde poder refrescarnos con unas vistas fabulosas.

En la carretera que conduce a Furnas, previamente nos habremos encontrado con la Lagoa das Furnas, donde además de ver la actividad termal en estos lagos, podremos ver la bonita Capilla de Nuestra Señora de las Victorias. Las mejores vistas de esta laguna las tendremos desde el Miradouro do Pico do Ferro, situado a unos 5 km del pueblo y con suficientes plazas de aparcamiento para una vista rápida.

  • Lagoa do Congro

Para llegar a esta recóndita laguna, tenemos que hacer un descenso por un oscuro camino lleno de altos árboles que apenas dejan entrar la luz del sol, durante unos 15 o 20 minutos de bajada. La mayoría de la gente aparca en la carretera porque el acceso al parking de más dentro es muy complicado debido a las malas condiciones de la vía, lo que nos hará sumar unos 10 minutos más de caminata. Una vez hayamos descendido hasta la laguna, nos impresionará el color del agua, pues es completamente verde…

  • Caldeira Velha

Dentro de las opciones de aguas termales en la isla, esta nos pareció una de las más interesantes. El Parque Natural de Caldeira Velha es una zona protegida que cuenta con tres piscinas, una de agua caliente, otra de agua templada y por último la fría, situada bajo una cascada que golpea tus hombros, si es que eres capaz de soportar el frío de esas aguas después de haber probado los manjares de las otras dos pozas.

Están situadas en un entorno natural con jardines ricos en plantas endémicas, donde podemos bañarnos entre verdes vibrantes y nubes gaseosas procedentes de la tierra. También hay un pequeño Centro de Interpretación Ambiental donde empaparse de información acerca de volcanes, vegetación y fauna de la zona, ayudándonos a comprender el entorno en el que nos encontramos.

Se puede reservar la entrada por internet, algo que conviene hacer. Así como llevar un bañador viejo para que no nos preocupe si se estropea con estas aguas sulfuradas.

  • Cascada del Salto do Cabrito

Es la cascada de más fácil acceso en coche, por tanto, la más concurrida y también la que menos nos gustó. Está situada junto a una central eléctrica, lo que hace que sea ruidosa para el descanso. Además, hay multitud de gente bañándose y tomándose fotos en sus aguas calmas. Hay un gran parking a la entrada y después tenemos que bajar andando unos 5 minutos por una empinada carretera cuyo uso está permitido sólo para vehículos que transportan personas con movilidad reducida.

  • Plantación de Té de Cha Gorreana

En las Azores tenemos las únicas plantaciones de té de Europa. Actualmente quedan dos de la docena de ellas que hubo, y la más famosa es ésta. Además de ser la más conocida de la isla, también es la más antigua de Europa, la que atrae a más turistas y cuya marca de té es la más distinguida de las Azores. Es interesante visitar la fábrica, es gratis cada día, y podremos aprender acerca del proceso de elaboración del té (desde la recolección, el marchitamiento de la hoja, el enrollado, secado, clasificación y embalaje), así como ver funcionar las máquinas originales que se llevan usando desde 1883 en algunos casos. Hay cuatro variedades de té para probar y por supuesto, para comprar.

La visita desde abril a septiembre es la mejor temporada, pues es el momento de recolección del té, y por ello, la época de más actividad en la fábrica.

Pero, lo más destacable del lugar, sin duda, es la belleza de las plantaciones, en la que los dibujos laberínticos del verde contrastan con el azul del mar al fondo… El paseo por estas plantaciones es libre, y es una experiencia sobretodo fotográfica, si tenemos un día soleado.

  • Poço Azul y Salto da Farinha

En la localidad de Achadinha se encuentra el Pozo Azul, situado en un enclave completamente verde, al que se llega por un bonito y empinado sendero. Si estamos por la zona, merece la pena la visita sólo si acabamos de salir de una estación lluviosa o si lo que queremos es huir del turismo.

  • Vila Franca do Campo e islote de Vila Franca

El municipio más antiguo de São Miguel y capital de la isla hasta 1522. Esta bonita localidad de estrechas callejuelas hacia el mar tiene un rico patrimonio arquitectónico.

Desde casi cualquier punto de la ciudad podemos avistar el islote situado a unos 500 metros de la costa: Ilhéu de Vila Franca, también llamado el «anillo de la princesa» por su forma. Este islote es una de las atracciones locales y turísticas, pues en su cráter hay una gran piscina natural, un paraíso para el snorkel. El ferry a la isla está operativo de mediados de junio a septiembre, por este motivo nosotros no pudimos ir hasta allá…

La mejor vista del islote, se tiene desde la Ermita de Nossa Senhora da Paz, situada a 4 kilómetros en lo alto de una colina. Lo más característico es su escalinata en zigzag con diez niveles, con paneles de azulejos que representan los Misterios, cien escalones y magníficas vistas panorámicas de la ciudad y la isla.

  • Caloura

Este pequeño pueblo costero alberga una de las más bonitas piscinas naturales de la isla. Los barcos de pescadores pintados a mano y su iglesia a pie de costa hacen de este pueblo un punto interesante para relajarnos si el tiempo acompaña.


Por último, como apasionada de las flores que soy, y de la fotografía, debo hacer mención especial a las flores que pueblan cada rincón de esta isla, por recóndito que sea. Ir en primavera a Azores es una de las experiencias más bonitas que nos puede brindar la isla. Aquí dejo una selección de flores que puedes encontrar en todas y cada una de las islas, ya sea en jardines privados, públicos, o en pleno monte, asilvestradas. La riqueza visual de las islas es incomparable.


Islas Azores, datos prácticos:

  • Documentación: Como en cualquier otro país de la Unión Europea, los españoles sólo necesitamos nuestro Documento Nacional de Identidad o Pasaporte para entrar en Portugal.
  • Datos móviles: A día de hoy, casi todas las compañías disponen de servicio Roaming para llamadas y datos desde países de la Unión Europea sin cargo adicional. Conviene informarse antes en la compañía con la que operamos.
  • Alquiler de coches: Conviene reservar con mucha antelación, pues los precios se disparan a medida que se acerca la fecha del viaje debido al escaso número de unidades de vehículos disponibles, sobre todo en el caso de las islas más pequeñas, como San Jorge. En nuestro caso alquilamos con la compañía Ilha Verde y sólo tuvimos un problema al ir a recoger un coche que no arrancaba, pero nos lo solucionaron muy rápido dándonos un coche de categoría superior.
  • Sata Airlines: Es la única compañía aérea que opera entre islas, así que dependemos totalmente de ella… ¡Cuidado! El primer vuelo entre islas nos lo cambiaron 5 veces hasta que finalmente nos lo cancelaron la noche anterior, reubicándonos en otro vuelo 9 horas más tarde, y al llegar a San Jorge la tienda de alquiler de vehículos estaba cerrada, por lo que nos hicieron pagar 32 euros más por recoger el coche fuera de horario. Esto es muy habitual con Sata, y en el mejor de los casos, te reubican en el mismo día, pero nos contaron de gente que se ha quedado atrapada en alguna isla por dos o tres días porque los aviones están en reparación. En el caso del segundo vuelo que hicimos entre islas, nos lo modificaron otras 4 veces, y la última de ellas, recibí el SMS ese mismo día por la mañana, ni siquiera mandaron un email ni una confirmación a través de la app. Así que, mucho cuidado, y tened en cuenta una buena planificación del viaje y tiempos de espera, así como de estancia en islas.
  • App Spot Azores: El clima en Azores en tan cambiante, que no está de más descargarse esta app gratuira para poder ver las distintas webcams ubicadas en diferentes puntos de las islas, y a partir de ahí decidir si merece la pena ir a un determinado lugar en un momento concreto.
  • Senderismo en Azores: Hay cientos de senderos para recorrer diversos parajes de las islas, a cada cual más espectacular. Esta es la web oficial con toda la información detallada: https://trails.visitazores.com/es/senderos-de-las-azores, además, existe la App Azores Trail que también ofrece buena información.

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